Tarimas macizas
Respecto a las tarimas flotantes, las tarimas macizas ofrecen una calidad netamente superior. Precisamente, se trata de suelos confeccionados a partir de maderas nobles por lo que son productos realmente exclusivos a los que, como consecuencia, suele acompañar una horquilla de precios más alta. Dada la materia prima que se emplea en su fabricación, las tarimas macizas pertenecen a una categoría de primera clase que destaca por una longevidad, resistencia y belleza extraordinarias. Es más, independientemente de la especie de madera escogida o del acabado, el resultado es siempre tan natural y sofisticado como único e irrepetible.
Por lo general, para las tarimas macizas se recurre a maderas duras o tropicales que soportan sin ningún problema agresiones externas como golpes, arañazos, humedad, insectos u hongos. Esta selección incluye especies populares como el roble, pino, cerezo o haya aunque, en función de los usos previstos y del proyecto estético, se eligen unas u otras. De hecho, no es lo mismo integrar las tarimas macizas en espacios exteriores, donde tendrán que resistir las inclemencias temporales, que en interiores con una temperatura regular y constante. En cualquier caso, se consideran productos de cierta complejidad por lo que exigen el asesoramiento de los expertos para lograr resultados profesionales, duraderos y visualmente espléndidos.