Suelos de interior
La creación de ambientes únicos y personales empieza por los suelos de interior. Suelos de interior con diseños funcionales y estética impecable para configurar espacios llenos de carácter
Los suelos de interior son, a menudo, considerados un elemento secundario en la decoración de una vivienda, local o negocio. Es más, se les juzga negativamente por ser superficies sometidas al tráfico de personas, impactos y golpes y deterioro por agresiones externas. Sin embargo, resultan cruciales a la hora de determinar el impacto visual y el alcance sensorial de cualquier espacio. Es decir, los suelos de interior constituyen un elemento constructivo de importantes consecuencias para la estética del conjunto y, por tanto, para el éxito de cualquier proyecto.
El diseño de los diversos tipos de suelos de interior debe realizarse teniendo en cuenta su misión funcional y su propósito decorativo pero también contemplando los gustos y necesidades del cliente. Se trata de una decisión importante ya que el pavimento posee una fuerte intención de durabilidad por lo que está sujeto, previsiblemente, a pocos cambios a lo largo del tiempo. De ahí que sea clave definir, con detalle y a priori, las condiciones que se esperan de los suelos de interior. Es decir, hay que determinar la resistencia, material, aislamiento, formato y tonalidad que se les desea conferir para asegurar que cumplirán con las condiciones técnicas y de aspecto deseado.
Suelos laminados, acrílicos y vinílicos o tarimas flotantes y macizas , son algunas de las opciones disponibles para los suelos de interior. Sin embargo, no todas son válidas cuando entran en juego las exigencias técnicas de cada espacio. De igual forma, los distintos acabados en textura, color y diseño que ofrece cada categoría pueden cumplir, o no, con las expectativas decorativas específicas del proyecto. Por este motivo, resulta crucial desarrollar una fórmula exclusiva para cada caso en particular.